Soy
La Pampa y no me callo
a la
hora de cantar,
pues
de a ratos soy calandria
y de
a ratos cardenal.
Muchas
veces soy retumbo
tucu
tucu y medanal,
otras
tantas soy silencio
en
la voz del caldenar.
En
las tardes soy la huella
de
horizonte sin final,
por
la noche la distancia
entre
luna y jarillal.
Muchas
veces he sido río
a la
hora de cantar,
otras
veces el vacío
que
ha callado el arenal.
Soy
La Pampa y no me callo
a la
hora de cantar,
porque
mi canto es el viento
que
nunca se ha de callar.
Alpataco