Mientras La Corte y el corte
siguen metiendo barullos,
el agua se ha hecho arena
y a mí me tapan los yuyos.
Siguen pasando los años
y más crece la sequía,
pues si me quitan el agua
también me quitan la vida.
Dicen que allá por Mendoza
Sobran los frutos del río,
y por aquí por mi tierra
lo que sobra es el vacío.
Yo no sé si me recuerdan
o tal vez me han olvidado,
me llamaban el Atuel.
el que endulzaba el Salado.
Alpataco.
Foto Ana María Zorzi