Recuerdo a Pancho Domínguez
Trotando de tardecita,
Con un avetruz al anca
Arriando en su Jagüelero
Algunas pocas chivitas.
Por el puesto de La Arabia
Hizo sonar la picota,
Vivió en un ranchito humilde
Con su esposa La Porota,
Unidos al sacrificio
Sacando el agua a pelota.
Era un hombre respetado
Por servicial, por honesto,
Capaz de trenzar un lazo
O de cocer un cabresto,
Siempre ataba algún amigo
En su palenque del puesto.
En muchas tardes serenas
Lo vieron volver al tranco,
Silbando en tono bajito
Aquellos veranos largos,
Una botella a los tientos
Para bañar a sus galgos.
Un día se fue alejando
Como el chimango en su vuelo,
Y quedaron sus pichones
Esperándolo en el suelo,
Para que nunca se olvide
Su corazón de Puestero.
Solitaria allá en el puesto
Quedó su mujer sufrida,
Para enfrentar las pobrezas
Con lo poco que tenía,
Pero quedaban sus hijos
Para luchar en la vida.
Ahora el potro del tiempo
Sigue trotando en la huella,
Andará Pancho Domínguez
Campeando por las estrellas,
Pues nunca serán olvido
Los Puesteros de mi tierra.
Alpataco.
Para Jose Dominguez