Una cuequita Cuyana
va templando mi bordona,
al recordar por la zona
del Valle Sanfrancisqueño
donde descansan los sueños
de la querida Monona.
Ella vivió entre las sierras
donde sopla el chorrillero,
con mucho esfuerzo y esmero
pudo formar su familia,
le inculcó a sus tres semillas
el amor por éste suelo.
Los recuerdos que remoja
su batea de madera,
la sufrida lavandera
humilde en todo momento,
la que entregó a todo el pueblo
su vocación de enfermera.
Siempre inyectando valores
muy alegre y servicial,
con su ética inmortal
orgullo de mi nación
que entregó su corazón
al amor por los demás.
El viejo hospital San Roque
que sólo quedan sus ruinas,
aromas de peperinas
de aquel paisaje bonito,
de esos tiempos infinitos
charlando en las 5 Esquinas.
Viajando de rancho en rancho
a cumplir con su deber,
heroica y noble mujer
hermosa paloma blanca,
la que sembraba esperanza
cantando resistiré.
Orgullo de San Francisco
valor en todo momento,
mereces tu monumento
por tanto amor a la vida,
hoy tu pueblo no te olvida
fuiste y serás un ejemplo.
ALPATACO