Tengo una copla encerrada
pechando en el clavijero,
quiero ayuntar a un Puestero
con mi guitarra festiva,
para el criollo Lili Rivas
gran jinete y tropillero.
Nació por El Puesto El Tigre
entre jaguel y molino,
amansando su destino
por el puesto de La Rubia,
adónde faltan las lluvias
y sobran los campesinos.
Desde chico le ha gustado
el arte de lo campero,
andar cinchando el apero
y el oficio de amansar,
para después jinetear
y ser un gran tropillero.
Por La Blanca y La Sarita
anduvo mucho de Peón,
por Quitrahue de Bullón
con su tropilla se vino,
aquellos Gauchos Bardinos
que encerró en su corazón.
Anduvo en fiestas camperas
con su guitarra encendida,
iba cantando a la vida
para no penar por ella,
acollarado en la huella
con la acordeon de Farías.
Al galope suele andar
por esos pagos de Acha,
boina, pañuelo y bombacha
con su guitarra a la par,
sin nada para alardear
sencillito y de alpargatas.
El Lili lleva en su pecho
aquellas tierras bardinas,
esa sangre campesina
y corazón de Puestero,
defiende ante el mundo entero
la tradición Argentina.
Alpataco.