Ariel Hugo Vázquez

Escritor, Poeta, se presenta bajo seudónimo de “Alpataco”. Nació en la zona rural del pueblo de La Humada, en el Departamento Chical-Có, de la provincia de La Pampa. (El pueblo de La Humada, capital del Departamento Chical-Có tiene cerca de 1000 habitantes según las cifras del último censo nacional de población de 2010.) Cursó estudios en la Escuela Rural de La Humada, luego en Telén y en Santa Isabel. Es hijo de don Mario Vázquez y doña María Salinas. Su padre desciende de Juan Vázquez, quien estaba casado con Aquilina Gadea, de cuya familia nacieron once hijos. Por su parte la madre desciende de la pareja formada por don Sabino Salinas y doña Edelmira Lucero, quienes engendraron dieciocho hijos. Su abuelo paterno era don Juan de Dios Vázquez, quien había nacido (1876) en San Rafael (Mendoza), uniéndose en matrimonio a los 24 años con Enriqueta Ribas de 20 años. Según se sabe en la familia, su abuelo paterno realizó el oficio de chasqui a caballo, por lo que desempeñando esa función habría conocido la zona del noroeste, de la entonces Gobernación de la Pampa Central. Su padrino es el conocido cantautor Juan Pagano, ex Intendente de La Humada. Su padre fue uno de los tantos puesteros de la extensa y despoblada comarca de aquella zona de La Humada, en donde los pueblos originarios usaron el fuego y el humo como tácticas para despistar al adversario o comunicarse con los demás paisanos. Un largo tiempo en la fuerza naval Armada Argentina, fue el inicio de sus primeros poemas o versos, durante los viajes alrededor del mundo en la “Fragata Libertad”. Esa experiencia le permitió visitar otros países como Francia, España, Alemania, Portugal, Marruecos, Noruega, Estados Unidos, Brasil, Perú, Chile y República Dominicana, llegando a conocer la Antártida. Sus versos que han sido publicados por medios locales. Ha compuesto canciones del folclore nacional, que han sido presentadas en reiteradas ocasiones en el escenario mayor de Cosquín y Jesús María, por el consagrado grupo pampeano “Los Caldenes” y que forman parte del último álbum editado. También el grupo “Cantores”, es otro de los conjuntos que han grabado alguno de sus temas Su último libro, el tercero, titulado “Los últimos Puesteros”, fue publicado en Santa Rosa el mes de noviembre del 2019 y editado por 7 Sellos Editorial. La ilustración de la tapa corresponde a su amiga y gran fotógrafa pampeana Ana María Zorzi.

viernes, 31 de diciembre de 2021

PARA JUAN DOMINGUEZ Pedido por Walter Dominguez

Vuelvo a cantar a mi tierra

con mi tonada sencilla,
y ese aromita a jarilla
que a mí  paisaje distingue,
hoy le canto JUAN DOMINGUEZ
un criollo de La puntilla.

Es hijo del Boyerito
que entre mis versos está,
 a Juancito lo verá
en la boca del jahuel,
por las costas del Atuel
en el puesto EL AGUARÁ.

Juan es  un hombre sencillo
capaz de montar en pelo,
es como el jote en su vuelo
baqueano como el carancho,
es como dogo pal chancho
que es plaga por ese suelo.

Ensilla el moro chanchero
que no precisa talones,
o le pone los pellones
al “taco” su avestrucero,
tiene unos  perros chancheros
que no reculan con leones.

Un padrillo en la manada
algunas poquitas vacas,
siempre hay un cuero en la estaca
para arreglar el apero,
amamantando un ternero
cuando la madre está flaca.

Él siempre ha tenido chivas
aunque no ayude al progreso,
el chivo con poco peso
debe ser de una tresera,
y cuando sobran lecheras
 se ordeña para los quesos.

Suele andar con Pablo Fuentes
vaciando una damajuana,
para sacarse las ganas
rastreando algún avestruz,
que le entregue el caracú
y deje ver la picana.

Siguen corriendo los vientos
Sigue girando el molino,
ser puestero es su destino
el que heredó de familia,
Seguro que son semillas
del gran poeta Bardino.

Alpataco.

Ana Maria Zorzi y 27 personas más

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ALPATACO

“El alpataco es una especie arbórea que habita en zonas áridas, se adapta a las sequías, sales y arenas. Precisamente da sus mayores frutos en años de sequías, el nombre del alpataco es de origen quechua y significa algarrobo de piedra” Así presentó su primer libro Ariel Hugo Vázquez y señala: “En él me inspiré para intentar hacer realidad mi sueño, el dejar escrito en versos gauchescos las costumbres, los personajes y el maravilloso paisaje del oeste pampeano, para muchos es una zona desértica, desolada, injustamente ignorada, quizás a primera imagen, porque no se mira su interior. ALPATACO es precisamente eso, un suspiro, una mirada para adentro, es un viaje al muelle del alma, para conocer el sentimiento, las costumbres, la vida de mi gente, que soporta incansablemente el desolado valle de la adversidad; resiste, asimila distancias, sobrevive las devastadoras sequías, a los monumentales ventarrones, pero sigue ahí, sacudiendo arenas, con la caparazón de espinas aferrado al destino, mirando el infinito horizonte, donde cuelga la esperanza de esa gente humilde, sencilla, silenciosa que no reniega de su destino, lo enfrenta con el corazón erguido, sufrido, pero sigue allí, como el ALPATACO, resistiendo al tiempo...”