Un foráneo me ofendió
yo entendí que se burlaba,
riéndose me preguntaba
como se puede vivir,
en esa tierra sin nada.
De inmediato contesté
y siempre de Buenos modos,
que no borro con el codo
lo que en mi alma está escrito,
amo mi pago bendito
para mi lo tiene todo .
De paso le comenté
lo que en mis versos yo narro,
le conté lo que es un carro
lo que son las tardecitas,
de mates con torta frita
de un pan en horno de barro.
Amo esa tierra callada
en su calma fui feliz,
con su paciencia aprendí
en ese mar del silencio,
que ese suelo es mas inmenso
cuando canta una perdiz
También le dije de paso
y aprovechando la oleada,
lo que son las campereadas
cuando se soban los cueros,
lo que es pialar un ternero
y eso de andar en boleadas
Al rato le retruqué
¿cómo me voy aburrir?
si hay cueros para curtir,
y lonjas para sobar,
hay vacas que pastorear
y chivas para parir.
Le dije, nunca sabrás
lo que sienten mis paisanos,
respirar este aire sano
lo que es un piche al rescoldo,
o comerse un choique gordo
por el oeste pampeano.
Quédate en tu gran Ciudad
no me estés quitando el tiempo.
soy de la tierra del viento
de aquel Oeste profundo
el mejor lugar del mundo
Corazón y sentimiento.
ALPATACO
fotos: Ana María Zorzi